
En contra de lo que convencionalmente se piensa, la revolución modernista no ha concluido. A partir de las conmociones revolucionarias del arte, la literatura, la política y la vida cotidiana, el espíritu del modernismo ha desarrollado unas tradiciones propias aun vigentes, tradiciones que paradójicamente sacrifican el pasado y el presente para abrir una perspectiva del futuro. Este escrito nos ofrece una visión de las raíces del modernismo y su evolución en las turbulentas ciudades de Europa y América. Su historia esta repleta de personas y lugares importantes, desde Dostoievski y el Paris del siglo XXI a Robert Moses y el Bronx de la juventud de Berman. Con ello, nos desafía a comprender e incluso celebrar nuestra situación singularmente moderna, en la que nada es seguro salvo el propio cambio.