Suma de los adioses... carga la ansiedad -Inefable e imposible- de saldar una deuda. Los poemas, abiertos como féretros o sarcófagos, liberan a quienes dotaron a la poeta de palabra, mitología, saberes e inconformidad. Presenciamos a Dinorah Cortés-Vélez en una búsqueda incesante -desesperada, a veces- para la cual, tanto el diccionario como los idiomas, la música y la forma, resultan insuficientes. Los paratextos -especificamente, las dedicatorias y los epígrafes- fungen como muletas o agentes que no sólo registran la tradición lectora de Cortés-Vélez, sino que la inscriben en ella y la mantienen en pie a través del tortuoso ejercicio de nombrar la muerte, de caminarla, a medida que la complejiza y embellece. En este...cementerio poético, huella dactilar de la memoria, sus influencias están más vivas que nunca.