Basta ir a Mayagüez para percatarse de la amplitud de la urbanización, de la contaminación, de los muros del Recinto Universitario para leer Sapos urbanos y plantearse diversas interrogantes: ¿qué quieren decir: suzukista, mijeador, escatateología, peripería, ser un sapo new age, basurólogo, pfs, etc? "Como deberán haber notado, no soy purista, quiero alejarme en mi capacidad creadora de esas posturas", dice lo que siente Julia Cristina Ortiz Lugo. Y el crítico Juan Gelpí añade: "El género de las crónicas en Hispanoamérica se ha caracterizado por incorporar y referir el acontecer cotidiano". Desde nuestras épocas memoriales, ha habido escritores que en torno a la localidad, y a las horas de los días y las noches, han captado imágenes investigativas con diversos grados de exposición. Bien mirado, el tiempo y el lugar en los que nos ha tocado vivir no son eternos y ¿no es precisamente lo efímero lo que nos encamina hacia la existencia? ¿Y por qué no interpretar, en caso de una televisiva inundación de tercer milenio, una faz del Mayagüez actual (la cotidiana, vista por una profesora) como lo que se lea más allá de las hojas sucias y maltrechas de un ejemplar de estos Sapos urbanos?