"Ese verano estaba a punto de cumplir los 18 años y me caí en mí misma. Entré en una profunda depresión. No dormía, no comía, tenía pensamientos muy rápidos (rapid cycling), estaba verborreica, y a la vez, taciturna. No paraba de llorar y poco a poco perdí la razón. Fue como caer de un lugar muy alto. Un descenso hacia otro plano es la mejor manera que tengo de describirlo. Es como caer de un edificio de muchos pisos, pero caer piso a piso hasta llegar al lobby, donde ya no queda nada de ti."
Esta es la historia de cómo una mujer de edad madura encuentra sentido a su vida a pesar de circunstancias adversas.