Experimentamos, sobre todo en nuestra juventud, una crisis de confianza y de participación en las organizaciones y los procesos tradicionales que han caracterizado la democracia en nuestros países. Ello plantea retos y posibilidades para la construcción de nuevas formas de entender y practicar la democracia. La democracia descansa en un tipo de subjetividad, de agente, capaz de ejercer la actividad política, el ejercicio delpoder que la democracia misma le confiere. Para que el sujeto democrático sea capaz de la acción política a la que esta llamado, debe poseer una cultura, el dominio de unos procesos y unas actitudes y el compromiso con unos valores que se integran para hacer posible sus competencias ciudadanas. La posibilidad de que, en efecto, podamos construir y sostener en nuestros países nuevas formas de democracia requiere, en los ciudadanos, el desarrollo de una nueva cultura y de una conciencia política igualmente renocada. Esta conciencia se desarrollará en la medida en que se enriquezca por medio del aprendizaje en sus conceptos, procesos y actitudes. También, en la medida en que se reconfigure a niveles de mayor complejidad intelectual y compromiso actitudinal. Pero ello, solo es posible partiendo de los niveles de conciencia en los que, en efecto, se encuentran los educandos; lo cual se expresa en su cultura política. Los resultados de los estudios contenidos en este volumen tienden a indicar, en general, que la mayoría de los jóvenes latinoamericanos más en unos países que en otros transita desde formas de conciencia reflexiva hacia los niveles de conciencia crítica y transformativa que, hasta ahora, solo una mínoria de ellos han alcanzado. Quizá la más importante condiciónpresente en la conciencia reflexiva de la gran mayoría de los jóvenes sea el reconocimiento de sus limitaciones en cuanto a la cultura política y a las competencias ciudadanas. También reconocen la necesidad de una educación política y a las competencias ciudadanas. También reconocen la necesidad de una educación política no partidista que les permite superar las limitaciones, para hacer un efectivo ejercicio de poder que la democracia les confiere.