Miramar, siempre distinto y siempre el mismo, como el océano que soñaron mirar sus fundadores, es el primer suburbio planificado a las afuera de la ciudad murada. Fundado en 1903, es el relato edificado de una historia que comenzó con la visión de crear un "Versalles puertorriqueño". Durante más de cien años se ha transformado constantemente, tanto por los cambiantes gustos y estilos de vida, como por su crecimiento y modernización. Su patrimonio comprende quintas señoriales y bungalows, prácticos dúplex y edificios de apartamentos. Sus variados estilos son ejemplos de construcciones historicistas, vanguardistas y de propuestas del modernismo internacional adaptadas al trópico. Esta multiplicidad de formas y estilos fue plasmada por la creatividad de maestros arquitectos como Antonin Nechodoma, Rafael Carmoega, Pedro de Castro, Osvaldo Toro, Miguel Ferrer y Henry Klumb, entre otros.