¿Por qué volver a editar en 1991 una novela que, publicada en 1903, no ha conocido, hasta ahora, los honores de la reedición ni tampoco el privilegio de un estudio directo y abarcador, teniéndose que conformar con meras menciones en diccionarios e historias generales de la literatura puertorriqueña?
Las razones son muchas, todas merecedoras de consideración. La autora, Ana Roqué, fue, con sus obras de creación, una de las pioneras en la narrativa puertorriqueña escrita por mujeres. Esta novela, Luz y sombra, se aparta del criollismo comprometido, propio de la época, para inscribirse en un realismo social y cotidiano orientado por el positivismo de Comte; se propone encauzar y afirmar las inquietudes sociales, políticas y psicológicas de la mujer antillana; pone en tela de juicio, y hasta revoluciona, algunos aspectos de la moral vigente, regida por los principios que sostienen a una sociedad patriarcal y opresora de la mujer...