Tras su brillante debut con Las niñas siempre dicen la verdad, Rosa Berbel nos entrega su esperado nuevo libro, la confirmación de una gran poeta. Asomándose a un abismo político y afectivo, los poemas de Los planetas fantasma relativizan la percepción del riesgo: las fiestas terminaron, los paisajes se han desertizado y los límites del tiempo y el espacio han sufrido una distorsión, pero en las ruinas florece un empuje utópico que llama a reinventar los nombres, los ritos y las naturalezas. En astronomía, el concepto de planeta fantasma designa un cuerpo celeste hipotético que, a pesar de ser considerado científicamente, no es visible mediante los instrumentos habituales de observación. Este enigma es el punto de partida de un libro que aspira a trasladar cierto imaginario del terror y la ficción postapocalíptica al marco del poema, reflexionando acerca de cómo integrar el deseo y la belleza entre tanta devastación, cuando los fantasmas ya no son tanto fragmentos del pasado como imposibilidades de futuro. La poesía hace visibles nuevos planetas. La poesía los inventa.