Los crímenes en la nación Osage y el nacimiento del FBI
A principios de la década de 1920 los miembros de la nación indígena de los Osage, en Oklahoma, se convirtieron en las personas más ricas del mundo. Tras descubrirse enormes depósitos de petróleo bajo su reserva, los Osage vivían en mansiones, vestían con pieles y joyas costosas, viajaban en automóviles con chofer y tenían sirvientes blancos.
Pero pronto, los Osage comenzaron a desaparecer misteriosamente o a morir asesinados, uno tras otro. La familia de una mujer Osage, Mollie Burkhart, se convirtió en un objetivo principal. Sus tres hermanas fueron asesinadas. Una fue envenenada, otra murió a tiros y la tercera falleció en una explosión. Otros miembros de la nación Osage morían en circunstancias misteriosas, y muchos de los que se atrevieron a investigar los crímenes fueron también asesinados.
A medida que aumentaba el número de muertes, el recién creado FBI se hizo cargo del caso, y su joven director, J. Edgar Hoover, recurrió a miembro de los Texas Rangers llamado Tom White para tratar de descifrar el misterio. White armó un equipo clandestino, que incluía a un agente nativo-americano que se infiltró en la región, y junto con los Osage, comenzó a revelar una de las conspiraciones más escalofriantes en la historia de los Estados Unidos.