
Las tribulaciones de Jonás es un testimonio, una crónica, un relato que tiene como punto de partida el entierro de Muñoz Marín en el verano de 1980. La intensidad de lo vivido, de lo visto y de lo oído en ese entierro, desencadenó el deseo de narrar el cruce entre lo individual y colectivo que la experiencia ofrecía.