47.º PREMIO ANAGRAMA DE ENSAYO 2019
En este ensayo se recorren situaciones públicas y privadas de despliegue de la palabra sin tutelas externas; ocasiones en las que la palabra es ahogada y reprimida, pero también otras en las que aún alienta la humanidad. En la casa se aprenden los rudimentos del habla y se manifiesta su finalidad primordial, el cuidado y la inclusión en una comunidad lingüística y moral. En la escuela se disciplina a las palabras y se las articula a partir de un modelo de conversación racional orientada a la búsqueda colectiva de la verdad. En el espacio público, la democracia necesita palabras que circulen sin obstáculos, que mantengan mínimamente a salvo el vínculo de la representación, y a su vez prohíbe aquellas que amenazan con la disgregación social. En las redes y los medios de comunicación, por su parte, raramente se cultivan con esmero las palabras, sino que se las deja crecer sin control, permitiendo que se impongan las más feroces. En todos estos casos, la libre expresión es siempre un acto de resistencia y de coraje.
Las mejores palabras no es un tratado, ni una apología, ni un libro de filosofía: es un ensayo sobre la búsqueda y selección de las mejores palabras a lo largo del cual se declina una voz personal e idiosincrásica, más orientada a la conversación que a las conclusiones.