Publicada en 1940 y considerada una obra maestra, La vida privada y pública de Sócrates consagró a René Kraus como biógrafo de excepción. No es tarea fácil sumergir al lector moderno en la Atenas clásica desde la primera página y hacerle revivir, con impresionante realismo, los gloriosos días de la era de Pericles y los años dramáticos de las guerras del Peloponeso, la guerra civil y la decadencia.
En medio de aquellos esplendores y tumultos se alza la figura de Sócrates, un hombre malcarado, de cuerpo deforme, pero dotado de grandes virtudes morales y enorme poder de convicción en una sociedad dedicada por completo al culto de la belleza. La irresistible influencia que ejercía sobre la juventud de su tiempo acabaría condenándole a muerte.
René Kraus realiza impagables descripciones del filósofo, de algunos de sus célebres contemporáneos y del ambiente de la ciudad y la época, subrayando la tesis que subyace en esta obra: que los seres excepcionales, incluso cuando son incomprendidos y maltratados en vida, terminan imponiendo su elevado ejemplo moral y proporcionan a la humanidad un horizonte de civilización.