La posición literaria que adopta la conciencia política de Silén es enfrentar la agresión invasora con la contrafigura de su propuesta: la radical afirmación creativa del ser...
El escritor puede no querer atender la insidia colonial, pretender darle la espalda, mirar en otra dirección, adaptarse a las seducciones del mercado, pero Silén le advierte que la realidad colonial lo morderá, que en cada mercancía que circula susurra el fantasma de la subalternidad, y sin duda la colonia se le habrá “internalizado radicalmente”. El texto de Silén es un llamado al debate, tanto exterior como interior, un alerta a la conciencia, un llamado a la inconformidad creativa. ¿Habrá oídos para recibir la nuez interna de su pensamiento poético? En nuestra literatura no existe una rica tradición de debate literario. Peor aún: lo que existe es la tradición de un silencio duro que ha buscado acorralar obras problemáticas y hacerlas invisibles desde los espacios oficiales de la cultura.