González Alberty no solo fue un ingenioso poeta, sino también periodista, cronista, ideólogo de los atalayistas y narrador de indudable originalidad. Este manojo de cuentos, publicados por primera vez en forma de libro, responden en su mayoría a la estética del atalayismo con sus imágenes atrevidas e ingeniosas, aunque sin duda van más allá de la mera curiosidad de dicho movimiento de vanguardia.