
En el estilo de esta quinta obra de teatro de Alejandro Tapia y Rivera se advierte la fluctuación entre un tardío Romanticismo y el ya consolidado movimiento del Realismo.
El tratamiento sentimental y heroico de un tema enraizado en la realidad social da por resultado esta poderosa pieza que ha conmovido al público por más de un siglo. Urden la trama, situada en La Habana de los años sesenta del pasado siglo, los conflictos que suscita la relación amorosa entre Carlos (hijo de aristócratas blancos) y Julia (cuarterona, hija de mulata y blanco).