La sobrecogedora historia real de los presos que tuvieron que boxear para sobrevivir en el infierno nazi.
En el mayor matadero de inocentes jamás conocido… Auschwitz. Cuentan que allí, al otro lado, detrás de la alambrada, justo ahí donde el hombre nunca fue hombre, sino bestia, una vez un nazi preguntó: ¿Quién sabe boxear? La respuesta, ya fuera sí o no…allí no era vivir, sino morir. Cuentan que allí, donde el hombre por no tener no tenía ni nombre, sólo era número, un SS aburrido,cansado de matar, buscaba diversión; un rato de asueto para distraer el sopor de asesinar. Y entonces volvió a preguntar:¿Quién sabe boxear? Así lo recuerdan Noah Klieger y los otros ‘boxeadores de Auschwitz’. Sobre cogedores testimonios de los que se pusieron los guantes para sobrevivir en el campo de concentración nazi.
En el mayor matadero de inocentes jamás conocido… Auschwitz. Cuentan que allí, al otro lado, detrás de la alambrada, justo ahí donde el hombre nunca fue hombre, sino bestia, una vez un nazi preguntó: ¿Quién sabe boxear? La respuesta, ya fuera sí o no…allí no era vivir, sino morir. Cuentan que allí, donde el hombre por no tener no tenía ni nombre, sólo era número, un SS aburrido,cansado de matar, buscaba diversión; un rato de asueto para distraer el sopor de asesinar. Y entonces volvió a preguntar:¿Quién sabe boxear? Así lo recuerdan Noah Klieger y los otros ‘boxeadores de Auschwitz’. Sobre cogedores testimonios de los que se pusieron los guantes para sobrevivir en el campo de concentración nazi.