
Con una narración ágil, humorística y risqué, Jaime Marzán, reconocido por sus novelas históricas, se aventura a las posibilidades formales del género para ofrecernos un texto híbrido donde cohexisten la brevedad, el sexo y la fantasía. De esta manera, los protagonistas de esta historia quedan atrapados en una madeja de tiempo, espacio y rutinas, donde el sexo: su poder y su intriga, ya sea en el pasado mítico o en el nundo nuestro, es el puente que los comunica.