El poeta maldito por excelencia de las letras puertorriqueñas, Manuel Ramos Otero, nos conduce en Invitación al polvo desde una vitalidad homoerótica que atenta contra toda moral carcomida o machista hasta una conciencia brutal, recinto que la muerte ha instalado en el cuerpo. El autor nos invita a la muerte o al amor, al polvo, en su acepción del habla popular.