El ensayo es abordado en este libro de Carmen Centeno como una forma abierta, flexible, híbriday proteica. Tiene la capacidad de echar flores en los terrenos más difíciles y hostiles. Se adapta a los medios más variados no como un camaleón que se disfraza para desaparecer en su contorno, sino como una pieza móvil capaz de mantener su mayor vitalidad: su filo crítico. Su ley formal más íntima es la herejía, no el acomodamiento y la conformidad. Si leer es un viaje de la vista y el oído, como decía Blanchot, Carmen Centeno le traza un mapa al lector sobre las inquietudes formuladas por algunos de nuestros destacados ensayistas, colocando su quehacer en el curso dinámico de nuestra cultura y en el marco más amplio de la historia caribeña e hispanoamericana.
Félix Córdova Iturregui