Este libro es una reflexión sobre la experiencia de educar en el hogar. Responde las preguntas que comúnmente se formulan en torno al tema. Presenta a su vez una posibilidad para quienes buscan cambios en la educación que se ajusten a estos tiempos y sobretodo honren el impulso natural por aprender. El libro nos emplaza a entender el peligro ante la disyuntiva entre salvar un modelo escolar cansado y anacrónico o responder al vívido llamado de aprendizaje en libertad de nuestros niños. La buena noticia es que el imperativo de apartarnos de un modelo escolar fundamentado en la desconfianza hacia la condición humana nos va a permitir restaurar o instaurar la confianza plena en el impulso natural de los niños por aprender, como fundamento de la experiencia educativa. Esta revolución educativa nada presuntuosa pero contundente, armoniza con un desarrollo y aprendizaje incontenible y con posibilidades enormes de potenciar un desarrollo económico sin precedentes. El mundo actual ha convertido a la imaginación, la creatividad y la innovación en base imprescindible de la vida. Incluso se alinea con las facultades de autoaprendizaje que define nuestra naturaleza, desde nuestro asomo al mundo. El cambio radical en la educación a la que aspiramos halla la semilla en la mirada inquisitiva de los niños. Son unos padres amorosos y comprometidos su mejor línea de defensa. Somos todos, apoyando a la familia como comunidad, y respetando su autonomía, quienes podremos superar la escolarización tradicional, para impulsar la promoción humana y la consecución de un mundo digno para nuestros hijos, desde el mismo hogar como centro y desde los ojos del que aprende como epicentro.