Aquí veremos a Freud en su tiempo, con su familia, sus amigos y enemigos, sus mujeres, sus hijos, sus perros; lidiando con el desánimo que inspiró el auge del extremismo; lleno de dudas a la hora de exiliarse en Londres, donde murió. No obstante, también acompañamos su legado hasta nuestra época, en la que sigue alimentando nuestras preguntas con sus dudas y sus pasiones.