En medio de los cálculos digitales y los algoritmos, nos hemos convertido en tránsito perpetuo, en una vasta galería de imágenes y voces trashumantes. Este libro canta sus encuentros con la pluralidad (y la virtualidad) puertorriqueña, la existencia múltiple de lo boricua en el aquí, el allá, y el acullá. Dos idiomas y un destino compartido.