Posiblemente el neologismo "Exoplanetarium" no exprese con la debida fidelidad la visión proyectada por las cuatro historias que orbitan alrededor de este libro, pero al menos constituye una antesala idónea, conceptualmente hablando, para el viaje hacia los mundos alienígenas que el lector de ellas sin dudas emprenderá. La ecuación es simple: si combinamos los exoplanetas con un planetario, el resultado será una especie de teatro cuya bóveda será la concavidad de un cosmos inédito, poblado sólo de planetas habitables —o exoplanetas— desconocidos para el ojo de la realidad terrestre; sin importar que existan en nuestro vecindario galáctico o simplemente que curven el tejido espacio-temporal de un universo totalmente fantástico.