La belleza, decía Zenón, "es la flor de la virtud" porque el bien, realizado habitualmente en la conducta virtuosa, es bello, en cuanto es causa de orden y armonía, cualidades propias dek kalós. Más de dos mil años después, recuerda Michel Foucault que la ética griega es una estética de la existencia. Es una estética del alma bella.