Como dijo ese genial maestro de la palabra, Luis Rafael Sánchez, “El cuento no es el cuento. El cuento es quién lo cuenta”. Quien cuenta estos cuentos, más bien estas crónicas, nos abre poco a poco una ventana hacia su interior. Cronista de experiencias propias va, de relato en relato, desvistiendo el alma hasta lograr un total desnudo de su ser.
A través de un caleidoscópico cristal de vivencias, Luis Daniel Estrada Santiago construye una singular pieza autobiográfica. Vuelca en este trabajo preocupaciones y querencias. ¿Hacia dónde va mi país? ¿Valdrá la pena vivir en otro lugar? ¿Cómo es mi madre? ¿Quién es? ¿Cómo son mis hermanas? ¿Quiénes son? ¿Cuáles son los amigos? ¿Cuáles no son? ¿Por qué el amor? Y, las preguntas obligadas: ¿Por qué estoy aquí? ¿A qué he venido? ¿Quién soy?
Con un juego muy suyo en la frase, este joven escritor se une a todos los que, de una u otra forma literaria, nos hemos volcado hacia nuestro fuero interno. Ese vuelco –búsqueda de una identidad– donde la palabra nos sirve para desgarrarnos la piel, donde la palabra nos sirve para encontrar nuestro norte.
No debo revelar secretos. El lector ha de descubrirlos. Lo hará. Se verá impulsado a observar su imagen y a preguntarse tanto ante el espejo.
Dra. Myrna Casas - Dramaturga y productora