Escrita entre 1920 y 1933 y publicada en 1946, El señor presidente es uno de los máximos exponentes de la llamada «novela del dictador», en la que se encuadran otras obras fundamentales como Tirano Banderas, de Valle-Inclán, Yo el Supremo, de Roa Bastos, El otoño del patriarca, de García Márquez, o, más recientemente, La Fiesta del Chivo y Tiempos recios, de Mario Vargas Llosa. En ella, Asturias se inspira en el último gobierno de Manuel Estrada Cabrera, en Guatemala, para explorar los mecanismos que hacen funcionar una dictadura política, así como sus efectos en la sociedad. Narrada desde distintos puntos de vista que van conformando de manera indirecta la figura del presidente, esta novela es uno de los antecedentes más notables del boom latinoamericano, y su autor, uno de los representantes del realismo mágico.