Ante el embate de las corrientes terapéuticas que simplifican, e incluso intentan borrar la palabra y el sujeto de deseo, hoy más que nunca se hace necesario poner en perspectiva lo que Freud intentó subrayar y que se sostiene como una gran advertencia tanto clínica como ética: contra la vía de la repetición que vuelca al sujeto en interminables falacias de bienestar y concluye en una redundante frustración, se alza el descubrimiento del deseo y de los paradójicos modos de satisfacción que marcan nuestra propia singularidad. Este libro es un esfuerzo solidario y compartido entre universitarios con diversas formaciones e itinerarios por construir espacios comunes que permitan conmemorar la historia y poner en justa perspectiva el alcance y la pertinencia del legado de los grandes pensadores. Freud entendió muy bien lo importante que era celebrar la vida con todo el dolor y la alegría que ello conlleva, y con la lucidez de quien reconoce de dónde viene y descubre lo que le antecede. Celebrar su 150º aniversario es celebrar también la cultura, recordando a la vez sus más altos logros y sus más temibles derroteros.