
Martín León Mercado, historiador frustrado y anacoreta urbano, cegado por el relumbrón del exotismo y anestesiado por el bienestar material, acepta ser parte de un estudio sobre un brote de fobias contagiosas por la zona litoral de Guayanilla y Tallaboa. Rodeado de eventos altamente sospechosos y subordinado a instrucciones incompresibles de parte de un jefe críptico e inaccesible, se somete al encierro cada vez mayor del Castillo, que poco a poco intenta engullirlo a pesar de múltiples intentos por liberarse de su pasado, de su desidia y de sus fobias.