Anuncio a los tiranos que estoy en pie, que no me declaro vencido. ¡Plebeyos, hermanos míos! ¡Su decisión es la misma! Nosotros pisotearemos impertinentes disposiciones, eludiremos sus amenazas de penalidades atroces. ¡Amigos! Hay que ser firmes, perseverantes, invencibles; pero al mismo tiempo hay que añadir a todas estas virtudes la extrema prudencia. Los opresores han tramado horribles maniobras para precipitamos en un último abismo. Actuaremos de forma que puedan evitarlo.