Las mentiras son la excusa perfecta del cobarde para escapar de su responsabilidad. Es por esto que Alanis se embarca en una nueva búsqueda que la lleva a un reino perdido, olvidado y desconocido para su generación. Su deseo de venganza y de destapar las mentiras contadas, es lo que la motiva a continuar su travesía. Allí, espera encontrar las respuestas que expliquen los acontecimientos ocurridos en Nordëm y en el antiguo reino de Tikvah hace ya varios días. Luego de sus batallas sangrientas a tenido que aprender a defenderse y ocupar una gran responsabilidad para aquellos antepasados a quienes ella les hizo un juramento. Su misión es encontrar a alguien que quizás pueda darle las respuestas a ciertas interrogantes. El problema es que se desconoce si esta misteriosa figura aún continua con vida o si solo es un señuelo de los Mudrik. Lo único que se conoce es su nombre: “El asesino del Fuego”. Sin embargo, existe algo más que preocupa a la joven guerrera. Algo que, al parecer, ella mantenía oculto y bien controlado… hasta ahora. ¿Logrará cumplir su misión mientras en su mente existe otro campo de batalla? Para bien o para mal, sus pesadillas continúan. Imágenes que la atormentan y que no logra diferenciar entre los avisos o, aunque parezca extraño, recuerdos de acontecimientos que no han pasado... pero siente que ya ha vivido.