Este libro es una rigurosa investigación histórica que expone la historia del espiritismo en Francia, su internacionalización y su impacto en la vida puertorriqueña. Se documenta que la palabra espiritismo no fue inventada por Allan Kardec, como todos los estudios han señalado hasta ahora, y expone las ideas centrales de este movimiento popular que se difundió internacionalmente. Se explora por qué se fusionó el espiritismo con el catolicismo popular y el curanderismo después de haber llegado a Puerto Rico. Se analiza las diversas reacciones de parte del Estado español, la Iglesia Católica y los protestantes ante la doctrina espiritista y cómo se fueron construyendo ideas negativas y asimilaciones conceptuales que la estigmatizaron hasta nuestros días. Se discute por qué surgió el uso de la palabra “espiritero” y examina cómo se veían los espiritistas a sí mismos. Se abordan varios aspectos de la vida espiritista tales como la funcionalidad de un centro espiritista, el nuevo léxico que llega a Puerto Rico y el que, al parecer, nace en la Isla. Esta obra recalca la necesidad impostergable de estudiar la literatura producida por medio de la supuesta comunicación de los espíritus, muestra los vínculos asociativos del espiritismo con la masonería y el librepensamiento. A su vez, explica cómo y por qué surgió la idea de crear una federación de espiritistas en Puerto Rico y en el ámbito internacional. Asimismo, este libro contiene un apéndice en el cual se incluyen los nombres de los centros espiritistas, en algunos casos, con la fecha de fundación y los componentes de su primera directiva o la más antigua en la documentación consultada.