El descontento es la historia de Marisa, una mujer en sus treinta que vive anestesiada mediante ansiolíticos y videos de YouTube para soportar las rutinas y pesares de su día a día en una agencia de publicidad. Tan solo acude presencialmente a la oficina para ahorrar dinero en aire acondicionado durante el sofocante agosto madrileño. Marisa odia el trabajo. Sin embargo, no puede dejarlo: le gustan demasiado las cosas bonitas.
La semana previa a un team building organizado por su empresa, la ansiedad de Marisa se dispara; compartir un fin de semana entero con sus compañeros le resulta insoportable y el recuerdo enterrado de una tragedia ocurrida tiempo atrás vuelve para atormentarla. A medida que pasan los días, su máscara social, tan cuidada y pulida a lo largo de los años, se irá resquebrajando hasta hacerlo volar todo por los aires.
Esta novela es un dardo afilado que atraviesa al lector con cada palabra. Una
radiografía magistral sobre las crisis vividas por cualquier persona que trabaja; sobre la soledad, la necesidad de vínculos y conexiones para encontrar la chispa y no tirarse delante de un autobús un lunes por la mañana.