
En la casa de este cuento, hay muchos lagartijos. O por lo menos, uno que se te aparece por todas partes. También hay un niño que los detesta. Es la casa de su abuela, que los trata como a sus mascotas. imagínate, que Les pone nombres (¡y apodos!): está Paco en la bañera, Pito en la habitación, Pedro entre las macetas, Simplicio en el comedor. Y otro montón de lagartijos. ¿O será uno? ¿O serán dos?...