Antón es un escritor amante de la buena mesa criolla, asiduo cliente de la fonda Los Tres Platos y devoto de la buena conversación, amigo de sus amigos.
De él, aprendí que las máximas escritas o las sentencias breves provienen del Derecho Romano y de Séneca, pasando por la obra de Baltazar Gracián, y que llegan hasta hoy, entre otros; a la obra del portugués Fernando Pessoa y del peruano Julio Ramón Ribeyro. No son otra cosa que sensibilidad de pensamiento y una combinación de reflexión y experiencia.