Premio Nacional de Crítica Literaria Concha Meléndez de Instituto de Cultura Puertorriqueña
He aquí un libro importante, escrito con la belleza de la urgencia. En tiempos en los que la fluidez global del capital y la información tropieza con la cotidiana imagen del migrante y su precariedad fronteriza, Gustavo Quintero Vera nos regala una brújula crítica que nos ayuda a entender el rol de la escritura en la fundación de un mundo que pone en cuestión las fronteras que separan el origen del destino, lo local de lo extranjero, la realidad de la ficción. Heredero de la tradición crítica del gran Edward Said, Quintero Vera se adentra con brillante agudeza en los territorios ficcionales de Juan Carlos Onetti y de Juan José Saer, para desde allí proponer un arte del desplazamiento, del exilio y de la extranjería. En el camino, termina esbozando un gran espejo en el que toda una generación de migrantes nos podemos reconocer. Un libro luminoso, contemporáneo y actual, que muy sutilmente nos sugiere que la escritura siempre ha sido una forma de volver a casa: la fundación de un hogar en territorio extranjero.