Esta novela corta, titulada De las cosas que pasan en Malpica, es la primera publicación formal del autor. Sus páginas develan el inicio de una trayectoria narrativa que despunta combinando elementos de realismo mágico con un solapado sentido del humor y una actitud pícara. Indudablemente, tras la distorsión y creación de palabras y el uso de un lenguaje irreverente, el lector podrá detectar una visión crítica de la realidad y de la naturaleza del ser humano que habita en ese mundo ficticio inventado en un plazo de siete días. La particular sensibilidad y la experiencia profesional del autor le permiten la combinación de circunstancias y experiencias que de modo ingenioso y ameno se transforman en un mundo irreal que cada lector puede interpretar de acuerdo con sus propias percepciones de la realidad circundante.