El colosal desarrollo alcanzado por la química, la física y la astrofísica nos ha proporcionado un profundo conocimiento del mundo y una insospechada capacidad para construir dispositivos tecnológicos. Pero nos sumimos también en una ignorancia cada vez mayor de nuestra naturaleza interior. Una encrucijada de la que resulta difícil salir si no aprendemos a distinguir con claridad lo que es material y lo que es inmaterial.
Enrique Gracián se sirve del concepto de «construcción» para concebir un juego, tan sencillo como ingenioso, que nos desvela con asombrosa claridad la lógica interna de la química y la física: cómo se construye el mundo. Un juego con reglas bien definidas en el que solo intervienen unas pocas piezas, la forma de unirlas y el objetivo final. Mediante una labor de divulgación científica fuera de lo común, el autor traza un recorrido que empieza con las partículas elementales, sigue con los elementos de la tabla periódica y asciende hasta los planetas, las estrellas y las galaxias, para finalizar, en el viaje de regreso, en nuestro mundo interior, donde reside lo intangible, las emociones, los sueños, la memoria y las creencias.
Construir el mundo no es solo un «curso rápido de física y astrofísica», es sobre todo un viaje sorprendente a través de la ciencia en el que el lector descubrirá que la materia oscura del universo y nuestro inconsciente guardan paralelismos insospechados, que nuestra sensación de soledad responde a una realidad física, que los campos gravitatorios que rigen los planetas tienen un claro paralelismo en nuestras relaciones humanas, o que la geografía estelar es tan esencial como la terráquea para comprendernos y comprender el mundo.
Enrique Gracián se sirve del concepto de «construcción» para concebir un juego, tan sencillo como ingenioso, que nos desvela con asombrosa claridad la lógica interna de la química y la física: cómo se construye el mundo. Un juego con reglas bien definidas en el que solo intervienen unas pocas piezas, la forma de unirlas y el objetivo final. Mediante una labor de divulgación científica fuera de lo común, el autor traza un recorrido que empieza con las partículas elementales, sigue con los elementos de la tabla periódica y asciende hasta los planetas, las estrellas y las galaxias, para finalizar, en el viaje de regreso, en nuestro mundo interior, donde reside lo intangible, las emociones, los sueños, la memoria y las creencias.
Construir el mundo no es solo un «curso rápido de física y astrofísica», es sobre todo un viaje sorprendente a través de la ciencia en el que el lector descubrirá que la materia oscura del universo y nuestro inconsciente guardan paralelismos insospechados, que nuestra sensación de soledad responde a una realidad física, que los campos gravitatorios que rigen los planetas tienen un claro paralelismo en nuestras relaciones humanas, o que la geografía estelar es tan esencial como la terráquea para comprendernos y comprender el mundo.