Sin saber bien cómo ni por qué, Carvalho anda desgarrado entre Barcelona y Madrid. En Barcelona le quedan los restos de su tribu y el despacho en el que sigue trabajando. En Madrid anda perdido en el laberinto de una mujer casada con un prohombre de la política nacional, y que le ha desestabilizado más de lo que consiguió nadie antes. Quizá se está haciendo viejo o le asaltan —como al propio país— problemas de identidad a todos los niveles: ¿quién eres, Carvalho?, ¿qué quieres?, ¿qué buscas? Estamos en 2017 y las placas tectónicas de la sociedad parecen moverse de un modo inédito. Los problemas de siempre, la desaparición de una prostituta o una vieja amiga que acude en busca de ayuda por un sangriento crimen familiar. En lo personal, la complicidad con Biscúter pasa por horas bajas, y su salud no es la mejor noticia del momento.
Y sigue odiando la música moderna y quemando libros.
Y sigue odiando la música moderna y quemando libros.