
Suele considerarse, con razón, que la batalla de Cannas fue una de las mayores de la historia. La actuación de Aníbal se ha convertido en un clásico de la estrategia, y se estudia con detalle en las academias militares de todo el mundo. En Cannas, los romanos se presentaron ante Aníbal con un ejército de 80.000 efectivos de la infantería y 6.000 de caballería. Aníbal se enfrentó a ellos con 40.000 infantes y 10.000 jinetes. El combate fue una obra maestra de control de campo de batalla. A su término, los romanos habían sufrido 47.00 bajas de infantería y 2.700 de caballería, y 19.300 hombres fueron hechos prisioneros.