Típico, primero empecé a leer mi horóscopo como juego para ver qué decía y de repente absolutamente todas las palabras me empezaron a hacer mucho clic, poco a poco me fue enganchando cada vez más. Lo que empezó como algo casual, pronto se convirtió en algo más constante por querer saber más sobre qué significaba ser Aries (mi signo solar). Cada que veía al carnero en internet, libros, revistas y donde fuera me emocionaba por leer qué significaba haber nacido con ese signo. Verme reflejado en cada una de las descripciones era no sólo impresionante, sino ¡mágico!