Teo es un jovencito aficionado a los juegos de video. Tan aficionado, que a menudo causa la ira de su madre, cuando esta lo llama repetidamente para que vaya a comer y él no responde. Esto va generando en ella la preocupación de que su hijo pronto empezará a embrutecer, a fuerza de no hacer otra cosa que jugar los dichosos juegos. Lo que nadie imagina es que Teo está a punto de emprender la aventura de su vida, gracias, precisamente, a un videojuego que lo transportará a una nueva realidad. En un recorrido que comienza en una cueva, continúa por un desierto abrasado por diez soles y termina en un templo que es un verdadero laberinto, Teo deberá enfrentarse a retos que le descubrirán el valor de la amistad, la solidaridad y la confianza en sí mismo.