La autora nos sumerge en el mundo del tango y de sus cultores, pero no se queda ahí. Se adentra en otras expresiones populares de Puerto Rico, el otro polo de esta obra. Nada parece tener realidad, dado que los vuelcos de la trama no solo descorazonan y turban a la protagonista principal, sino que logran igual efecto en el lector que no sabrá qué es lo que ocurre cada vez que le cambian las expectativas.