“Volvió a soñar con Clara. ¿Por qué su recuerdo regresaba ahora a quitarle la paz de la guerra? Mientras más quería enajenarse de la realidad de su muerte, más se enredaba en las trampas de la memoria. Ahogado por los sollozos y luego por un llanto espeso, cogió el rifle una tarde y huyó del campamento para que nadie lo viera sucumbir a las ráfagas de la nostalgia”.
En Puerto Rico, dentro de la mochila de una víctima del huracán María, aparece un manuscrito que retrata un amor imposible y desesperado. La historia nos lleva a un mundo paralelo, donde la periodista Clara Pedrosa investiga los crímenes de una empresa que controla la industria de las semillas y la vida de millones de personas. Las consecuencias de sus descubrimientos la arrancan de su amante, Leo Woodson, quien se lanza al monte para hacer la revolución y termina sus días caminando leve, como si en cada paso viviera la eternidad.
Ahora que no respiro, una distopía con elementos de novela negra, cuestiona los objetivos de la ciencia en el siglo XXI, los efectos de la tecnología y la corrupción de los gobiernos autoritarios. Su trama vertiginosa dialoga, mediante hilos secretos, con el drama de la sociedad global.
En Puerto Rico, dentro de la mochila de una víctima del huracán María, aparece un manuscrito que retrata un amor imposible y desesperado. La historia nos lleva a un mundo paralelo, donde la periodista Clara Pedrosa investiga los crímenes de una empresa que controla la industria de las semillas y la vida de millones de personas. Las consecuencias de sus descubrimientos la arrancan de su amante, Leo Woodson, quien se lanza al monte para hacer la revolución y termina sus días caminando leve, como si en cada paso viviera la eternidad.
Ahora que no respiro, una distopía con elementos de novela negra, cuestiona los objetivos de la ciencia en el siglo XXI, los efectos de la tecnología y la corrupción de los gobiernos autoritarios. Su trama vertiginosa dialoga, mediante hilos secretos, con el drama de la sociedad global.