La virtud principal de este texto es que rescata la importante figura de Pedro Gerónimo Goyco del relativo ostracismo en que lo ha confinado la historiografía puertorriqueña. La autora se vale de las bondades del género de la biografía histórica para validar con gran destreza investigativa la importancia de este personaje para configurar la identidad del Puerto Rico del siglo XIX. En ese sentido, se convierte en un recurso para conocer a Pedro Gerónimo Goyco en el escenario decimonónico, pero también aporta miradas significativas a los factores, principalmente político-históricos que conforman los ideales criollos de la sociedad puertorriqueña.