Clara, su hija y su nieta, destinos conflictivos, expresan las transformaciones socio-económicas de Puerto Rico en los últimos cincuenta años, incluyendo la emigración a los Estados Unidos. Una novela de mujeres cuyas vidas giran alrededor de la figura del padre, eje que se desgasta progresivamente. La segunda hija se desarrolla ante la mirada escéptica de la narradora, quien se abstiene de juzgar las acciones que presencia, inventa y adivina.