Ciudadano de Puerto Rico, del Viejo San Juan y del mundo, Douglas Gardeño Troncoso vive la ley como un apostolado. Es un abogado que conoce a sus clientes y cumple con su sagrado deber de defenderlos, pero sin enjuiciarlos. Sus dedos acusatorios son para algo más grande: el devenir histórico de la patria. Es en ese contexto que sopesa el ámbito jurisprudencial, más con la pasmosa tranquilidad de aquel que está seguro de que nada contra la corriente. Entroncada desde el inicio con Los muertos se visten blanco, esta reciente entrega de Hiram Lozada Pérez, Gardeño. Un abogado en un mundo enfermo es una crónica del cosmos criminal nativo, filtrado ahora desde el prisma del salvador del criminal. Con un aliento enérgico y desolador, que no impide el sorpresivo humor, se desdibujan las fronteras entre jueces, acusados, víctimas y abogados para pintar un mapa de la Justicia en esta ínsula caribeña. - Marta I. Jiménez Alicea