Tras la muerte de su amada Soledad y de la devastación del huracán María, reconstruir la casa en tal precariedad se vuelve para Víctor un paso difícil a dar por los escombros del pasado. La rutina del duelo se verá a veces interrumpida por las cervezas de su viejo amigo Eusebio y otras por las visitas a la casa de Betsaida, maestra de piano de cuyas intimidades narra la muñeca de la coqueta. Sin embargo, un bellaqueo de consentimiento dudoso entre Génesis, la pianista más virtuosa del Conservatorio de Música, y Euse, complica la familiaridad entre la joven y su mentora. A lo largo de la trama se desatarán fantasmas que, entre limpia y limpia, harán relucir El trasero grande de la muerte.