Se estima que uno de cinco estudiantes sufre de la “discapacidad invisible”, haciendo que la experiencia escolar sea una llena de soledad, estrés, y dificultades académicas desproporcionadas. A pesar de que ha habido progreso en el proceso de identificación y diagnóstico para los problemas específicos del aprendizaje (PEA), el encontrar una intervención adecuada continúa siendo un reto, especialmente cuando los algoritmos de servicios varían drásticamente entre distintos contextos geográficos. Encontrar las intervenciones adecuadas y los sistemas de monitoreo de progreso es clave para ayudar a esta población. Este libro se une a la conversación interdisciplinaria entre la literatura médica y educativa, aportando un enfoque neuropsicológico en el acercamiento comprensivo para remediar los PEA, intentando así, que dejen de ser tan invisibles.