La figura del zombi nace de la esclavitud deshumanizante en nuestro Caribe y responde a la lógica del poder que despoja la vida de las otredades. Pero ésa no es la última palabra sobre ese estado liminal del "ser" en la amplia y creativa cosmogonía forjada desde los márgenes de Haití y los amplios archipiélagos caribeños. El zombi puede ser resistencia, denuncia, agencia. Tal es la genealogía que Dafne Duchesne-Sotomayor afirma en ¿Qué ocurre cuando el zombi habla?