Leyendo este libro, salto del presente y me ubico de inmediato donde Henry nos quiere llevar: al recuerdo nostálgico de un tiempo que ya no volverá, pero que sí se ha eternizado en la memoria de aquellos, como él y yo, quienes vivimos esas anécdotas, cuentos, que ocurrieron alrededor de las velloneras, y que hábilmente Henry nos describe.